Zona de influencia: ¿cuál es el avance de Southern, Gold Fields y Hudbay en gestión social?

Las iniciativas y los programas de impacto social que realizan las empresas mineras formales están generando avances importantes en el bienestar de las zonas donde se desarrollan. Aun así, se sigue requiriendo un mejor uso del canon para potenciar su impacto positivo.

Diversas son las formas en que los programas de sostenibilidad de las compañías mineras en el Perú contribuyen al desarrollo de las comunidades ubicadas en sus áreas de influencia, pero todavía hay mucho camino por recorrer para que la conflictividad social alrededor de estos proyectos se resuelva.

Según datos del Reporte Mensual de Conflictos Sociales que elabora la Defensoría del Pueblo, los conflictos sociales relacionados con la minería disminuyeron de 268 a 209 entre mayo del 2009 y mayo de este año, lo que, aunque es positivo, sigue siendo insuficiente.

Jorge Melo Vega, presidente de la consultora Responde, coincide en que el desarrollo del relacionamiento comunitario de las empresas mineras formales en sus zonas de influencia ha sido bueno, pero advierte que muchas veces esta conflictividad sigue vigente en los segundos anillos conformados por comunidades cercanas a las minas, los sectores más urbanos y operadores mafiosos que exigen dinero usando el nombre de las comunidades. “No hay tanta reivindicación por temas de desarrollo, que, de paso, son obligaciones del Estado, pero la empresa muchas veces contribuye con los recursos económicos”, aclara.

Por ejemplo, a la fecha el 70% de Obras por Impuestos (OxI) del Ministerio de Educación se financia por minas. Y, en los últimos diez años, las compañías costearon casi el 50% de las OxI a escala nacional. Esto es S/ 2,800 millones de impacto directo, lo que ha permitido mejorar hasta en 11% los logros académicos de los estudiantes en diferentes partes del país, resalta María del Pilar Medina, jefa de Desarrollo Empresarial de Perú Sostenible.

Southern Perú

Pero en las áreas más cercanas a las zonas de los proyectos mineros hay diversos avances. Óscar González Rocha, presidente ejecutivo de Southern Perú, sostiene que han aprobado la construcción de la represa de Callazas, en Tacna, la cual se encuentra en etapa de estudios de ingeniería. Esta infraestructura elevará la disponibilidad hídrica de la represa de Cularjahuira, construida por la empresa, que ha beneficiado a más de 1,500 familias en sus labores agrícolas.

“La minería genera recursos que, si se ejecutan de manera eficiente, contribuyen con cerrar las brechas sociales, y originan bienestar y un ambiente de trabajo colaborativo”, destaca González Rocha.

En efecto, Medina añade que el impacto positivo de la minería sería más claro si las autoridades aprovecharan mejor los recursos del canon. En el 2019, las principales regiones mineras recibieron S/ 3,500 millones, pero el 25% se quedó sin utilizar y no sumó al cierre de brechas en salud, educación y servicios básicos. En ese sentido, las iniciativas voluntarias adquieren mucho valor en programas de fortalecimiento de capacidades de servidores públicos. “Mineras como Cerro Verde [Arequipa], Las Bambas [Apurímac] y Antamina [Áncash] cuentan con un presupuesto destinado a la mejora de la gestión de las instituciones en su ámbito de influencia, en comunidades, municipios y organizaciones”, dice.

Gold Fields y Hudbay

Luis Rivera Ruiz, vicepresidente ejecutivo de Gold Fields Americas, habla del aporte en la electrificación rural. “Cuando llegamos a Hualgayoc [Cajamarca], la ciudad tenía luz solo por horas, y en el resto de comunidades no se contaba con electricidad. La subestación eléctrica que instalamos ahora beneficia a toda la provincia y también a Chota y a Santa Cruz”, menciona. Sin electrificación, la población carecería de iluminación y de comunicaciones de radio y televisión, y tampoco tendría acceso a telefonía ni a aparatos eléctricos, que son necesarios para una mejor calidad de vida.

 Crédito: Gold Fields

Luis Miguel Arce Barboza, gerente de Asuntos Corporativos y Legales para la Unidad de Negocios de Sudamérica de Hudbay, señala que desde el 2022 dan prioridad al proceso de involucrar a las comunidades y a sus negocios en su cadena de suministro, para lo cual han apoyado en su conformación y capacitación. “En Mina Constancia [Chumbivilcas, Cusco] actualmente tenemos vinculación con 245 empresas locales, de las cuales dos provienen de las comunidades del área de influencia [Chilloroya y Uchucarcco], así como de los distritos cercanos a la operación: Velille, Livitaca y Chamaca, y hasta de la capital de la provincia de Chumbivilcas [Santo Tomás]”, precisa.

Así, en los últimos cinco años las compras de bienes y servicios contratados a compañías locales por parte de Hudbay se han incrementado en 100%, y superado los S/ 120 millones. “Esto refleja el éxito de nuestra estrategia. Actualmente, el 35% del volumen total del concentrado de cobre que producimos es transportado por empresas comunales”, detalla Arce.

Las minas consultadas afirman que seguirán destinando inversiones que contribuyan con el desarrollo de sus áreas de influencia, aunque las fuentes también recomiendan que, para maximizar su impacto, se debería pensar en el largo plazo y sugieren, además, mantener una adecuada comunicación con la comunidad. “La relación que la empresa minera establezca con las comunidades es fundamental para un correcto y oportuno entendimiento por ambas partes y para identificar qué aspectos de sostenibilidad son más relevantes para estas. Ejemplo de ello es el relacionamiento comunitario de Poderosa en Pataz, región de La Libertad”, asegura.

Fuente: Gestión

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