¿Por qué Perú debe digitalizar su red de energía?

La adopción o no de las tecnologías digitales en las redes de distribución de electricidad es clave para el crecimiento económico de un país. La digitalización es un instrumento importante para la transición energética y un facilitador de dos tendencias clave de la industria: la descarbonización y la descentralización.

Uno de los avances más importantes en digitalización es el uso de Inteligencia Artificial en subestaciones eléctricas. Existen ya proyectos piloto en algunos países europeos ¿Qué resultados estamos observando? En primer lugar, que la IA permite predecir y anticiparse a las fallas con un 95% de precisión. Lo que hemos descubierto es que este logro se traduce para las empresas – en especial para las proveedoras de electricidad – en una reducción directa de sus costos operativos, además de menores daños en sus activos a largo plazo y una expansión del ciclo de vida de su infraestructura.

Pero el impacto promete ser aún mayor: gracias al uso de IA hacia 2030 se espera que el producto bruto interno del planeta crezca 8,81% en un escenario conservador, 9,54% en un escenario moderado y 11,41% en un escenario optimista, de acuerdo a cifras de Statista.

¿Cuán preparada está Latinoamérica para esta transformación?

El diagnóstico es retador por dos motivos. Por un lado, en el futuro inmediato se espera un menor crecimiento económico en la región frente a otras décadas y continentes. Según el Banco Mundial, el 2024 el PBI de la Latinoamérica terminaría expandiéndose hasta 1,8% desde el 2,2% del año pasado y crecería 2,7% en 2025 y 2,6% en 2026. Por otro lado, según nuestra observación del mercado, la mayoría de los sistemas de distribución de energía de la región necesitan ser modernizados para avanzar realmente hacia una digitalización de sus redes.

La buena noticia es que es posible revertir el paisaje, impulsando el uso de tecnología de punta. Claro, primero será fundamental cambiar el mindset de la industria energética: erradicar el temor hacia lo nuevo. No es solo una actitud latinoamericana: lo vemos también en otras latitudes y lo estamos paliando generando evidencia, como la mencionada.

No hay tiempo que perder.  La transformación hacia la digitalización de la red no puede esperar en medio del auge irrefrenable de las energías renovables. Hacia 2030, estas últimas representarán el 50% de las fuentes a nivel planetario hacia 2030, según el reporte Perspectiva Energética Mundial de la Agencia Internacional de la Energía.

Sabemos que esta revolución planetaria exige cambios tecnológicos importantes, más allá de las fuentes: exige un cambio de mindset. Si un cliente o país no es suficientemente valiente para adaptarse a la nueva tecnología digital eléctrica, perderá la oportunidad de avanzar económicamente y, como ha demostrado la historia de la disrupción, se quedará atrás.

Por Lina Sandelin, gerente comercial del negocio Electrification de ABB para América Latina.

 

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