El ejecutivo minero del futuro:

ÁGIL, VISIONARIO Y COMPASIVO

Una parte fundamental de la planificación del talento para el futuro requiere una comprensión profunda de qué tipo de líder tendrá éxito en estos días de innovación tecnológica y trabajo remoto.

En una encuesta global reciente de casi 2 000 ejecutivos que realizó Odgers Berntson en asociación con Harvard Business Review Analytics, se descubrió que solo el 15% confiaba en la capacidad de su liderazgo para gestionar las interrupciones.

Y si bien todas las organizaciones informaron haber sido desafiadas por los sistemas y operaciones heredados, fue la mentalidad del liderazgo, en particular su visión y preparación para el cambio, lo que pareció separar a los confiados de los menos confiados.

Más específicamente, el índice de confianza en el liderazgo de Odgers Berndtson reveló que el 15% más seguro identificó rasgos de carácter como adaptabilidad, resiliencia, inteligencia emocional, coraje y pensamiento estratégico como fundamentales para los líderes que deben adaptarse constantemente al cambio y transformar sus organizaciones.

En el contexto de la minería, esto significa que los líderes deben poder ver el futuro y conectar los puntos desde una perspectiva de “pensamiento sistémico”. También significa que los líderes deben establecer valores organizacionales que estén integrados en la cultura y fomentados en toda la organización y en los factores de diversidad, la equidad y la inclusión.

Las organizaciones las que aceptan los desafíos actuales e invierten en atraer, retener y desarrollar el tipo adecuado de talento de liderazgo que estará mejor posicionado para innovar, competir y prosperar.

Desarrollar líderes que estén bien formados para que tengan la comprensión técnica (comprensión de la geología y la producción, así como la tecnología, los recursos humanos y los problemas comerciales) y las habilidades blandas necesarias será clave para construir el tipo de cultura que atrae y retiene a los mejores talentos. Kinross Gold está trabajando para redefinir el aspecto de un profesional de alto rendimiento, recompensando la alta inteligencia emocional y la capacidad de empoderar a las personas y los equipos en toda la empresa.

Los líderes mineros del futuro necesitarán estas cuatro competencias principales:

Visión y claridad estratégica. “Un gran CEO ayuda a una organización a ver lo que es posible y hace que el equipo logre lo que otros considerarían imposible”. Los líderes deben poder comunicarse e involucrar a su equipo en su visión y estrategia. Y deben sentirse cómodos con lo que no saben y atraer

talentos que puedan llenar los vacíos.

Perspicacia para los negocios y entendimiento comercial.

Todos los roles, desde el geólogo hasta el líder financiero, deben comprender cómo crear valor para la organización.

La capacidad de un líder para conectar los puntos entre los comportamientos y los resultados es una competencia que las organizaciones mineras líderes buscan cada vez más. Esto también significa asumir la propiedad y la responsabilidad de tomar decisiones difíciles.

Agilidad. Dado el ritmo del cambio y la disrupción, los líderes que pueden girar rápidamente tendrán una gran demanda. Los líderes deben sentirse cómodos sin saber o no tener todas las respuestas. Adoptar una forma diferente de trabajar y operar es clave para cambiar la cultura, al igual que la adopción de nuevas tecnologías y las mejores prácticas de ESG y D&I.

Empatía y conciencia cultural. Dada la naturaleza global de las empresas mineras, los líderes deben poder crear un entorno inclusivo y de apoyo que aliente a todos los empleados a hablar.

Lo que funciona en un país no necesariamente funcionará en otro, por lo que la capacidad de generar confianza en toda la organización requiere líderes abiertos, empáticos y humanos, y realmente comprometidos con sus equipos locales.

La industria minera se encuentra en medio de un cambio radical.

Desde desafíos culturales y de reputación hasta un grupo de talentos cada vez menor, la resistencia a adoptar nuevas tecnologías y la falta de diversidad, la industria está preparada para el cambio y el crecimiento que surgen de la pandemia.