El bienestar de tus ojos podría ser tan simple como cambiar un foco

La empresa Signify,  ha lanzado una nueva investigación global que analiza las actitudes de las personas con respecto a la iluminación. La investigación muestra que aunque muchas personas temen perder la vista (58%), muy pocas toman medidas para mantener activamente su visión. A nivel mundial, el 86% preferiría renunciar a su audición en lugar a la vista, pero solo un tercio (33%) cuida sus ojos de forma activa o se realiza exámenes oculares periódicos.

La calidad de la iluminación puede tener una gran influencia en la comodidad de la vista. Sin embargo, solo un tercio (32%) de los encuestados lo tienen en cuenta al momento de tomar decisiones sobre la compra de focos. Los hallazgos también revelaron que la importancia que atribuimos a nuestra vista cambia a medida que envejecemos. Cuando se les preguntó si preferirían perder la vista o la audición, el grupo de 18-24 años le dio menos importancia a perder la vista (79%) comparado con el 92% de aquellos en la edad 55+.

Sí bien en general las personas al ir envejeciendo tienen como principal preocupación la pérdida de memoria (61%), su segundo temor más grande es la pérdida de la vista (58%). De hecho, en Polonia (65%) y China (46%) la perdida de la vista fue citada como la mayor preocupación al envejecer, incluso por encima de la perdida de la memoria y el experimentar dolor en las articulaciones.

El bienestar de nuestros ojos sufre por el resultado de una mala iluminación

Muchos factores pueden llevar al deterioro de la vista y la molestia ocular. Cerca de la mitad de los encuestados globalmente revelaron que la mala iluminación les ha causado dolores de cabeza (43%) o visión borrosa (39%).

Andrew Stockman, profesor en el Instituto de Oftalmología, University College de Londres (UCL), comenta: “El tipo de iluminación que usamos en nuestro día a día puede tener un impacto en nuestra calidad de vida. Por ejemplo, controlar el color y la intensidad de la iluminación en el transcurso del día puede mejorar nuestros patrones de sueño, lo cual puede ser crítico para nuestro bienestar y salud. En contraste, la luz artificial que parpadea y las luces estroboscópicas pueden tener efectos perjudiciales en la calidad de vida y llevar a disconfort visual, dolores de cabeza e infrecuentemente a ataques de epilepsia. Elegir la iluminación correcta es muy importante.”

Diferencias culturales con respecto al tiempo que se pasa bajo luz artificial

Los problemas causados por una mala luz artificial empeoran al usarla por más tiempo. Globalmente, más de la mitad (58%) de las personas pasan más de ocho horas diarias bajo luz artificial. La Organización Mundial de la Salud predice que una de cada dos personas sufrirá de miopía para el 2050 como resultado de diversos factores, incluido la falta de tiempo al aire libre y el tiempo pasado frente a las pantallas.

Los alemanes pasan el menor tiempo bajo luz artificial, pasando menos de ocho horas al día bajo este tipo de luz. Mientras que el número es casi el doble en México, Indonesia y los Estados Unidos donde solo el 26% pasa menos de ocho horas al día bajo luz artificial. Sorprendentemente, una de cada diez personas (10%) en la República Checa pasan más de 16 horas al día bajo luz artificial, comparado con un promedio global del 7%. El estudio también ha mostrado que la generación más joven, antes que pasar tiempo afuera, están sentados más tiempo bajo luz artificial con un 67% de los jóvenes entre 18-24 años pasando ocho horas o más bajo fuentes de luz no naturales cada día, comparado con un 43% en el rango de 55 años a más.

 

Escogiendo luz diseñada para el confort de tus ojos

Mientras el tiempo que pasamos bajo luz artificial aumenta, es importante elegir el tipo correcto de iluminación. La encuesta encargada por Signify muestra que más de tres cuartos (77%) de los consumidores considera que una buena iluminación en casa mejora la productividad diaria. Mientras que el 69% concuerda que la luz e iluminación de calidad son claves para promover el bienestar en el hogar, y el 86% coincide en que una buena iluminación es beneficiosa para la salud de sus ojos. Esto aumenta a medida que las personas envejecen; de 79% en el grupo de 18-24 años, a 90% en el rango de 55+.

“Los consumidores muchas veces no conocen las diferencias en la iluminación LED. Existen muchas opciones y una gran variación en cuanto a calidad. La iluminación solía ser solamente una compra funcional, pero a medida que pasamos más tiempo dentro de casa, la calidad de la luz se ha vuelto mucho más importante. Hemos desarrollado parámetros EyeComfort para guiar y apoyar a nuestros consumidores en la búsqueda de luz cómoda que no fastidie los ojos,”, explica Antonio Gonzales, Country Manager de Signify Perú.

Los científicos de Signify han desarrollado una serie de parámetros que incluyen parpadeo, luz estroboscópica, deslumbramiento y efectos de atenuación que permitirán a los consumidores tomar decisiones informadas cuando se trata de iluminación LED. La mayoría de luces Philips LED cumple con estos criterios específicos de calidad. Actualmente no hay un estándar global para el confort de iluminación, lo que convierte a este en el primero de su tipo en la industria de la iluminación.

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