Un Horizonte de Oportunidades para las Mujeres en la Minería

La minería peruana sigue anclada en una visión del pasado con respecto a la equidad de género. Las mujeres apenas representan entre 5% y 10% de la fuerza laboral en 2025.

Según Global Business Reports, el 49% de ellas ocupan roles administrativos, mientras que solo un 4% llega a puestos gerenciales. En áreas de operaciones o mantenimiento, donde se toman las decisiones técnicas, su presencia es casi invisible. ¿Las razones?

Prejuicios que etiquetan la minería como “trabajo de hombres”, turnos que no cuadran con la vida familiar y una infraestructura que olvida sus necesidades básicas, desde vestuarios hasta equipos adecuados.

Y no hablemos de la brecha salarial: datos del BID de 2023 señalan que, en promedio, ellas ganan un 40% menos que ellos en el sector minero de la región. Es un presente desigual que no solo frena a las mujeres, sino que le cuesta caro a la industria. Sin embargo, la automatización, la digitalización y la transición energética están cambiando las reglas de juego en esta industria. La primera está enterrando el mito de que este oficio es solo fuerza física. Ahora, operar una mina es manejar sistemas avanzados, analizar datos en tiempo real y usar inteligencia artificial. La digitalización, con herramientas como el Internet de las Cosas, hace que las operaciones sean más remotas y menos dependientes del músculo, según un informe de Honeywell. Y luego la transición energética, que tiene al Perú en el radar global por su cobre, litio y zinc, esenciales para baterías y energías limpias, cuya demanda necesitará de una fuerza laboral diversa.

El liderazgo femenino también está evolucionando. Antes, las pocas mujeres que llegaban a dirigir en la minería peruana sentían la presión de “masculinizarse” —adoptar dureza, racionalidad fría, un estilo de mando recio— para encajar en un mundo de hombres. Pero hoy, las líderes están trayendo algo nuevo: empatía,

colaboración, intuición. Un estudio de Harvard (2023) demuestra que quienes combinan estos rasgos “femeninos” con decisiones rápidas son un 30% más efectivas en sus equipos. En un sector que necesita innovación y sostenibilidad, estas mujeres están rompiendo moldes y demostrando que ser auténticas es su mayor fuerza.

Entonces, ¿qué necesitan las mujeres para subirse a esta ola? Destrezas técnicas y humanas. Las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) son el boleto de entrada para gestionar maquinaria inteligente y optimizar procesos. Saber de inteligencia artificial o tecnologías limpias también suma puntos en una industria que quiere ser más verde. El liderazgo, la colaboración y la capacidad de decidir rápido serán igual de cruciales. Aquí, las mujeres llevan ventaja, ya que, según Linkedin, ellas destacan un 28% más en competencias sociales clave, como mediar conflictos o motivar equipos, habilidades que pueden transformar la relación con las comunidades locales.

La minería del mañana en Perú no puede permitirse dejar fuera a la mitad de su potencial. Ya no se trata de imitar estilos masculinos, sino de aportar lo mejor del talento femenino: una mezcla de fuerza y calidez que está dando resultados en rentabilidad, innovación y confianza. Pero no basta con esperar, hay que actuar.

Primero, invertir en educación: becas y programas STEM que enganchen a las niñas desde temprano. Segundo, contratación justa: procesos sin sesgos y metas claras de diversidad harán la diferencia. Tercero, flexibilidad: turnos adaptados, trabajo remoto y hasta guarderías harían el día a día más viable. Y cuarto, políticas serias: leyes que cierren la brecha salarial y promuevan la conciliación. No es caridad, es sentido común. Incluir a más mujeres, solucionará la escasez de talento.

Por: Danitza Salas, Directora de Minería para ManpowerGroup Perú 

Facebook Comments