- Proyecto de ley no busca poner fin al proceso de formalización minera en curso
- Ministro de Energía y Minas: “Mi renuncia no resuelve el problema”
- Quellaveco ha generado un impacto positivo en Moquegua, impulsando en crecimiento económico y promoviendo el desarrollo
- Consideran que la PCM y el MEF deberían hacerse cargo de la resolución de conflictos sociales
- Bettina Reyna: “Las demandas ciudadanas crecen, pero el Estado no está fortaleciendo sus capacidades”
Más allá de Quellaveco: los 32 proyectos greenfield por US$ 38,535 millones
Con solo cinco proyectos nuevos nos acercarían a los 4 millones de toneladas de cobre, indicó Jaime Gálvez, exiministro de Energía y Minas. Sepa más detalles.
Después de la puesta en marcha de la mina Quellaveco, no se prevé otra iniciativa de gran magnitud para los próximos años. No obstante, el Perú cuenta con 32 proyectos mineros (de los 51 oficiales) de mediana escala tipo greenfield, es decir, nuevos, con una inversión conjunta de US$ 38,535 millones, representando el 70.6% del monto global del portafolio actual del Ministerio de Energía y Minas (Minem).
De acuerdo con la cartera del Minem, Yumpag (US$ 110 millones) pasó de la etapa factibilidad a ejecución en el último trimestre del 2023, y San Gabriel (US$ 470 millones), que inició ejecución en 2022, se proyecta la puesta en marcha operativa para el 2025.
Con respecto a la etapa de ingeniería de detalle de tipo greenfield, se identifican a Tía María (US$ 1,400 millones), que espera salir siempre y cuando se llegue a un consenso con la comunidad, y Corani (US$ 579 millones) estaría avanzando.
Mientras, en la fase de factibilidad destacan los proyectos: Río Blanco (US$ 2,792 millones), Conga (US$ 4,800 millones), Trapiche (US$ 1,038 millones) (Pampa de Pongo (US$ 1,781 millones) y Zafranal (US$ 1,263 millones).
Los proyectos Zafranal y Pampa de Pongo están programados para iniciar su ejecución en Arequipa en el 2025.
“Pampa de Pongo es un poco difícil porque está bajo una gran capa de arena eólica, como lo llamamos nosotros, a unos 250 metros por debajo. Entonces, si hacer un tajo abierto era un emprendimiento colosal, ahora hablan de un túnel inclinado que llegue a la zona mineralizada. Eso es toda una ingeniería de subsuelo complejo, pero esperemos que salga”, sostuvo Miguel Cardozo, director del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
Por otro lado, en la etapa de prefactibilidad los proyectos que figuran son El Galeno (US$ 3,500 millones) y Los Chancas (US$ 2,600 millones). En cuanto a la fase conceptual los más representativos son: Michiquillay (US$ 2,500 millones) y La Granja (US$ 2,400 millones).
“Nosotros tenemos proyectos pequeños y medianos, como Tía María, La Granja y otros más, pero están bloqueados. Nuevos que están por salir no hay”, afirmó Cardozo.
Recuperar el segundo puesto de cobre
Para Jaime Gálvez, exministro de Energía y Minas, un dato importante para tomar en cuenta es que, con Los Chancas, Michiquillay, Pampa de Pongo, El Galeno y La Granja nos acercarían a los 4 millones de toneladas de cobre desde los 2.8 millones que podríamos alcanzar este año.
De esta manera, podríamos volver a tomar impulso como segundo productor de cobre del mundo tras ser desplazado el año pasado por la República Democrática del Congo.
“De los proyectos con problemas sociales el único que podría salir es Tía María, pero requiere de mucho diálogo y buena voluntad de todos los actores”, declaró a Gestión.
Asimismo, Gálvez indicó que todos los grandes proyectos mineros bien gestionados son prioritarios por su contribución al desarrollo del país.
Sin embargo, mencionó que el problema es que la maduración de un proyecto minero toma unos 10 años luego del descubrimiento del mineral que justificaría el proyecto.
“Esto hace que nos concentremos en los proyectos más avanzados y que podrían empezar a construirse en los próximos cinco años”, anotó.
De la lista de la cartera de proyectos, Gálvez comentó que los más avanzados son San Gabriel, Corani y Zafranal. “San Gabriel ya se está construyendo, Corani avanza con obras tempranas y Zafranal inicia su construcción el próximo año”, indicó.
Brownfield
En contraste, los proyectos brownfield, los que van a permitir la continuidad operativa o extender la vida útil de la unidad minera, abarcan una inversión de US$ 16,021 millones, lo que representa el 29.4% de la inversión global en cartera, distribuidos en 19 proyectos.
De estos proyectos, siete son de ampliación con una inversión conjunta de US$ 4,119 millones, equivale al 7.6% de la inversión general. Otros tres se clasifican como “nuevos” (que están dentro de operaciones ya existentes) y representan una inversión de US$ 4,462 millones con una participación del 8.2% del global. En cuanto a, las nueve iniciativas restantes de reposición cuentan con una inversión de US$ 7,440 millones, reflejando el 13.6% del total.
Según el Minem, en este rubro destacan los proyectos de Ampliación Ilo (US$ 1,354 millones), Ampliación Cuajone (US$ 871 millones) y Ampliación Toromocho Fase II (US$ 815 millones), este último inició su ejecución el 2023.
Sobre los proyectos nuevos más representativos son Coimolache Sulfuros (US$ 598 millones), cuya ejecución se espera que inicie en 2029 y Yanacocha Sulfuros (US$ 2500 millones).
Finalmente, dentro de las iniciativas de tipo reposición que estiman iniciar su ejecución en 2024, se encuentran Reposición Antamina (US$ 1,604 millones), Chalcobamba Fase I (US$ 130 millones), Reposición Tantahuatay (US$ 127 millones) y Reposición Raura (US$ 76 millones).
Fuente: Gestión