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El “Abandono” es real o solo radica en las mentes
Muchos regresarán a sus labores en las minas, dejando atrás a sus familias en el “abandono”. Para el Paleocortex, el cerebro más primitivo de nuestro interior, tenemos la idea inamovible que el hombre es el protector del hogar y tanto ellos como las mujeres, independientemente de su nivel de desarrollo profesional y económico, lo tienen a nivel inconsciente.
Esta lejanía representa una desprotección a sus seres queridos, pensando que si no están presentes, lo más probable es que se enfermen indefectiblemente. Dado a que su presencia es la que los mantuvo a salvo en primera instancia. Por tal motivo, ese pensamiento va a circundar sus mentes constantemente durante las horas laborales, interrumpiendo su concentración y productividad. Probablemente incluso influyendo negativamente los índices de accidentes en el trabajo.
Por otro lado, hay dos componentes muy importantes a considerar, el primero tiene que ver con la duración de la pandemia y el segundo es que no pueden supervisar físicamente si se están tomando las medidas preventivas en casa para evitar el contagio. Entonces esto son dos temas que si lógicamente nos ponemos a analizar, es probable que nos percatemos que no tenemos el control de ninguno de los dos factores por lo tanto es innecesario que sea un tema que sea expuesto sobre la mesa de nuestras preocupaciones. Nuestro cerebro debe contemplar temas de los que puede ponerse en acción, pero si no puede, entonces no debe afectar su eficiencia y por lo tanto, todo lo contrario alterar su sistema emocional. Por decirlo de otra manera.
“Si no puedes hacer nada al respecto, no te preocupes. Si puedes, Hazlo sin preocupación”
El problema con la preocupación es que es una variante del miedo y ese te paraliza o te hace salir de la situación. Se activa tu sistema simpático, segregando adrenalina, porque sientes que debes salvar tu vida y te debes defender, huir y en algunos casos, te paralizas y no logras llegar a una solución.
Es necesario, realizar una programación de horarios para que puedan ver a sus seres queridos durante el día por lo menos cinco minutos cada vez. En ese sentido, estar seguros de que la empresa se haya encargado de brindar la capacitación correcta a su familia de cómo enfrentar la pandemia y de las medidas de higiene para evitar un contagio eminente. Además, las empresas deben invertir en realizar sesiones de terapias grupales donde los trabajadores puedan expresar su malestar común y puedan sentirse contenidos y reconocidos en sus preocupaciones.
Para tranquilizar más a los trabajadores sería pertinente incluir sistemas de protecciones preventivos como son pruebas de detección rápidas que permitan con tan solo su presencia darles confianza a los colaboradores que se va a actuar de manera expedita ante cualquier situación de alarma. Por otro lado, esto también accede a que la curva de contagio no se vaya a ampliar y asimismo los calma porque inconscientemente les otorga seguridad de que si desde allá tienen las pruebas, pueden como empresa atender a sus familias rápidamente ante el menor signo en la provincia en que estén.
Todas estas medidas permitirán que la pandemia pueda ser más llevadera en las próximas semanas mientras que los colaboradores estén fuera de casa.